Aún el viento arrastra las hojas
y mece la hierba de la pradera
Aún sigue azul el azul del cielo
y lo indestructible no se puede destruir.
Aún matan y golpean unos
y otros aman y resisten.
Pero siempre vence
la sonrisa al orden,
el baile al desfile,
el corazón abierto
a la razón de estado,
la mano limpia
a la mano armada,
el trabajo libre
al trabajo esclavo.
Porque vencer es ser libre,
libre como el viento.
Vencer es amar y luchar;
el resto, recovecos de lo que son:
dinero y hormigón.
¡ Ellos son dinero y hormigón !
Sombra de la primavera, ladrones del sol,
la luna y el viento, destructores de la victoria
que grita silencio.
2 comentarios:
Que bonito, que bonito. Feliciten al autor. Yeya, la de Salas.
Ramirito muy poeta en sus palabras y muy podrido en sus sentimientos.
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